SANTA MARÍA DE MELQUE
Alejandro Serrano Serrano
Santa María de Melque está en el término municipal de San Martín de Montalbán, en la provincia de Toledo.
En la actualidad pueden visitarse la iglesia y el centro de interpretación que se ha instalado cerca, donde se puede ver un video que te explica su historia.
La iglesia de Santa María de Melque es el edificio mejor conservado de lo que fue un amplio conjunto monástico construido en los siglos VII-VIII, en el territorio de la ciudad de Toledo, la antigua capital del reino visigodo y es uno de los pocos monasterios visigótico-mozárabes que conocemos.
Tras su fundación por los visigodos y después de la conquista islámica de la Península, se sabe que siguió siendo monasterio con una comunidad mozárabe, para luego, abandonado el culto cristiano, convertirse en el centro de un pequeño poblado que aprovechó la imponente construcción de la iglesia para edificar sobre ella un pequeño castillo. La huella de los cambios sufridos en esta época es la torre que aún cubre la cúpula de la iglesia, que es el principal resto visible de la vieja fortificación árabe.
Con la conquista de Toledo por el rey Alfonso VI en el año 1085, el antiguo templo recuperó su antigua función religiosa, sin perder por ello su añadida función militar, que conservaría como centro de una pequeña fortaleza.
Después, la pequeña población surgida al amparo de la vieja iglesia, se ha seguido manteniendo a lo largo del tiempo, sufriendo las consecuencias de hechos históricos como la desamortización de los bienes eclesiásticos en el siglo XIX, que acabó con el culto en la entonces ermita y supuso el olvido del lugar que llegó a ser un pajar y sólo empezó a verse recuperado con la llegada de los primeros estudiosos a comienzos del siglo XX.
La iglesia es de planta cruciforme (cruz griega) y conserva sus distintas naves, una de las capillas laterales y, parcialmente otra de estas capillas y una sala dotada de diferentes arcos de herradura, muy pronunciados, de uso aún desconocido. Como principales detalles constructivos hay que desatacar los restos de decoraciones en estuco que se conservan en algunos de los arcos del crucero.
Su fábrica es de enormes bloques de granito ensamblados en seco, sin argamasa, que recuerda el acueducto de Segovia.
Se pueden ver diversas aportaciones de estilos: aportaciones visigodas, en el arco de herradura que sostiene la bóveda del ábside; aportaciones mozárabes, en los arcos centrales de herradura; algunas novedades, como el rebaje circular de las esquinas en sus 4 fachadas; también recuerdan a los romanos, los enormes bloques de granito. 
Es una iglesia muy pequeña, sus paredes tienen mucho grosor y parece muy pesada y sólida; por eso ha durado tantos siglos. No tenía muebles, ni altar, ni figuras.
En una sala de exposiciones, al lado había cuadros de un pintor del pueblo, llamado Romeral, que con la silueta de las ventanas de herradura pinta una Dulcinea, lo hace en periódicos, telas, tablas.
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